Para conocer más detalles al respecto, Radio Rafaela habló con Ignacio Mántaras, Secretario de Agricultura y Ganadería de Santa Fe.
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La Comisión Provincial de Emergencia Agropecuaria de Santa Fe concluyó su reunión de este lunes recomendando la declaración de Emergencia o Desastre agropecuario en los departamentos de 9 de Julio, Vera, General Obligado y San Cristóbal.
La medida, que abarcará seis meses desde el 1° de septiembre, surge tras analizar los informes presentados por el INTA y los equipos técnicos de la provincia, que confirmaron el impacto crítico de la falta de lluvias en estas zonas.
Tras una reunión con la Comisión de Emergencia y Desastres, Ignacio Mántaras, Secretario de Agricultura y Ganadería de Santa Fe señaló a RADIO RAFAELA que "recomendamos al gobernador declarar la Emergencia Agropecuaria en los departamentos de General Obligado, Vera, 9 de Julio y San Cristóbal", aclarando que ahora resta que el gobernador emita el decreto correspondiente.
El funcionario detalló que la sequía viene afectando al norte provincial desde hace tres años y, aunque este 2024 se esperaba una "normalización", las condiciones no han mejorado. "Estamos transcurriendo finales de septiembre, en plena primavera, y varios sistemas productivos ya tienen complicaciones", indicó Mántaras. La propuesta es declarar la emergencia por seis meses, desde el 1 de septiembre hasta el 28 de febrero, abarcando todas las actividades agropecuarias de la región.
Entre los sectores más afectados, Mántaras mencionó la ganadería, destacando que "están los principales rodeos ganaderos de la provincia, sobre todo de cría", lo que agrava la situación debido a que la primavera es la época clave para la parición y alimentación de los terneros.
"Este es un momento crítico para la producción de terneros, y la falta de agua impacta directamente en la capacidad de las vacas para alimentar a sus crías y prepararse para el próximo ciclo reproductivo", explicó el secretario.
Pero no solo la ganadería está en riesgo: la apicultura, las cadenas ovinas y caprinas, así como la agricultura, también están gravemente afectadas. "Los montes están secos, no hay pulsos de agua, y los cultivos como el trigo, girasol, maíz y algodón están en situaciones críticas", alertó Mántaras.
En particular, mencionó que el trigo, que ya estaba germinando, no ha recibido las lluvias necesarias, y que hasta que no haya humedad en el suelo, los cultivos de girasol y maíz no podrán sembrarse a tiempo, lo que reducirá significativamente la rentabilidad de estos productos.
En este escenario, Mántaras destacó la importancia de la declaración de emergencia para paliar las pérdidas y activar medidas de apoyo a los productores afectados. “Lamentablemente, la situación es crítica para todas las actividades agropecuarias", concluyó el secretario.