Una especialista explicó cuáles son los síntomas y qué se puede hacer para prevenirlo.
Cada 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzheimer. Fue establecido en 1994 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Alzheimer. En esta jornada se busca difundir información sobre esta enfermedad para generar mayor conocimiento sobre la misma, concientizar a la población y que quienes la padecen asistan a grupos de apoyo.
Se trata de una enfermedad progresiva y degenerativa del cerebro, que provoca el deterioro de la memoria, el pensamiento y la conducta. El 95% de los casos son esporádicos y un 5% son hereditarios. Es considerada la demencia más frecuente, incluso la OMS la denominó como la “epidemia del siglo XXI”.
Actualmente, “esta enfermedad se está expandiendo y estiman que cada tres segundos en el mundo, una persona está recibiendo un diagnóstico de demencia”, contó a El Litoral la psicóloga y Licenciada en Gerontología, Laila Tomas (M.P. 1175). Además, especificó que “el 80% de las personas que tienen una demencia son de tipo alzheimer, en Argentina hay alrededor de unos 300.000 padecen una demencia y está considerada como la quinta causa muerte en el mundo”.
“No tiene cura, pero sí un tratamiento”
La cantidad de personas diagnosticadas por esta enfermedad se acrecienta con el tiempo y especialmente “la pandemia incrementó la cantidad de personas con deterioro cognitivo”. Si bien estas enfermedades “no tienen cura”, es importante saber que “sí tiene tratamiento”, confirmó la especialista en demencias y DCL, Laila Tomas. Al tratarse una demencia con neurorehabilitación “se busca frenar todo el avance de deterioro y conservar el mayor tiempo posible la calidad de vida del paciente”.
Por eso, es importante poner atención en ciertos comportamientos y realizar los controles pertinentes en adultos mayores. Sobre esto último, es importante destacar que “no es solamente una enfermedad de viejos”, aunque sí es cierto que “la edad es un factor de riesgo y suelen aparecer más en la vejez”.
Existen una gran cantidad de síntomas que se relacionan con este espectro, aunque hay algunos más comunes a los que debemos prestar especial atención: “Son sobre todo los relacionados a la presencia de olvido y al deterioro de la memoria reciente. Estos olvidos tienen la particularidad de que no pueden ser rellenados, o sea, no es que vuelve el recuerdo más tarde” explicó Tomas.
También, es muy común en estas patologías “la dificultad a la hora de armar un discurso, les cuesta encontrar las palabras, demoran o pierden el hilo de la conversación. Pueden desconocer y perderse en territorios que fueron familiares toda la vida y es común que aparezcan crisis de agresividad o de irritación”.
Enferma a la familia entera
Por otra parte, cuando hay una persona con demencia en la familia o en el entorno cercano, hay formas de actuar no solo con el paciente, sino con su entorno, “cuando hablamos de alzheimer, hablamos de que enferma a la familia entera”, dijo la especialista en gerontología. Por eso, es importante entender que llevar esta enfermedad implica para los familiares “una alteración en su círculo de vida y en la rutina de cada uno”.
Por esto, Laila Tomas recomendó a los familiares “informarse sobre la enfermedad, para así saber qué es lo normal, qué no y qué se puede esperar. Para acompañar la angustia del proceso, el conocimiento y saber cómo actuar, es lo que va a otorgar al familiar cierta tranquilidad”.
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Fuente: El Litoral