La actual instructora de yoga y ex chica Disney nunca pensó que su historia sería inspiración para que en la Provincia de Santa Fe, un grupo de diputados introdujera el proyecto de ley Chachi Telesco contra la violencia digital.
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Desde hace más de una década, Chachi Telesco decidió dar un portazo a la vida actoral y al canto. Su despedida definitiva fue con la serie Educando a Nina, pero sus fans siempre recuerdan su participación en otros importantes proyectos para eltrece y Telefe, como Son de Fierro, Botineras, Cruzadas e incluso la serie Dance para Disney.
Hoy, su vida se presenta muy distinta y sorprende a quienes la conocieron en su faceta anterior: la oriunda de Rafaela, localidad de la provincia de Santa Fe, es instructora de yoga y asegura estar más feliz que nunca.
Pero para lograr esta increíble metamorfosis transcurrieron 17 años, pues estuvo precedida por una dolorosa y muy pública situación que la dejó expuesta frente a todo un país. Su experiencia, que pasó del dolor y la impotencia a la lucha constante y finalmente la reivindicación, recuerda a los tres tiempos de La Divina Comedia; obra clásica que permitirá, para efectos de esta nota, dimensionar cómo trascurrió esta historia hasta hoy.
Este 2024, el capítulo de vida más angustiante para la influencer espiritual se convierte en la bandera de un proyecto legal que lleva su nombre. En síntesis, está en curso la promulgación de la Ley Chachi Telesco, que busca prevenir, investigar, sancionar y reparar los casos de violencia digital y mediática. Además, contempla mayor peso en los arrestos contra los agresores, al entenderse que las multas no suponen un castigo lo suficientemente ejemplarizante que contribuya a erradicar estas formas de humillación y hostigamiento contra las mujeres.
Infierno: la traición familiar que desencadenó el escándalo
Para quienes no recuerdan los detalles del escándalo que alcanzó a Chachi Telesco, hay que remontarse al 2007. Su primo filtró un video íntimo que rápidamente saltó a la esfera pública. El dato de color, dicho por ella misma en una entrevista para Perfil de ese mismo año, es que esta persona vendía las copias de este material por 50 pesos en su lugar de trabajo.
La difusión fue tan masiva que llegó a las manos de los directivos al frente del proyecto para Disney, High School Musical: el desafío, el cual ella ya integraba y que impulsaría su carrera de forma astronómica. Como resultado del escándalo, la exactriz fue despedida, sufrió acoso mediático por años y su salud empeoró considerablemente, en medio de fuertes estragos psicológicos que conllevaron a un trastorno alimenticio.
Tal como contó en las pocas entrevistas que concedió después de este hecho, Chachi se volvió un “puercoespín” en su relación con el mundo mediático. Cuando sucedió el escándalo, apenas tenía 21 años y sin empleo, debió asumir los costos de las acciones legales que emprendió. Perdió muchos juicios, pero al menos ganó las batallas legales contra las empresas Google y Yahoo para sacar el video de sus plataformas y venció a su familiar agresor ante la Justicia.
Purgatorio: parodias, chistes, bullying y juicios
Hay que contextualizar que en la primera década del siglo XXI, las amplias discusiones sobre género que hoy son tema común, en ese entonces no tenían la misma amplitud. La televisión en sí era distinta, y cosificar a las mujeres estaba socialmente digerido.
Prueba de ello son algunos videos vintage que hoy serían totalmente inadmisibles. Una seguidora de Telesco los publicó recientemente y la artista hizo lo propio al repostearlos en sus historias de Instagram. Efectivamente, el archivo demuestra cómo en aquel momento, su dolor fue ridiculizado entre parodias y canciones con letras hirientes. Sobre los clips, la usuaria preguntó si alguna vez alguien se disculpó con la agraviada. La pregunta se contesta sola.
Lamentablemente, su caso no es el único. Muchas mujeres, entre anónimas y famosas, sufrieron a través de los años casos similares de violencia digital. Término que por cierto, adquirió fuerza y rango legal con la Ley 27.736, conocida como la “Ley Olimpia” (2023). Fue incluido para sumarse a una de las tantas formas de violencia de género existentes, pero esta vez desde las plazas digitales.
Paraíso: la redención de Chachi Telesco y la ley que lleva su nombre
A mediados de abril de este año 2024, la instructora de yoga anunció en sus redes la impactante noticia. Publicó un video que recoge el momento en el que un grupo de personas desde la Cámara de Diputadas y Diputados de la Provincia de Santa Fe, introdujo la Ley Chachi Telesco, con fecha 10 de abril del presente año. En un clip posterior, la influencer saludable realizó un video para recordar su proceso y poner en perspectiva la importancia de esta nueva herramienta jurídica.
Visiblemente emocionada, la santafesina expresó: “Quiero ponerlos en contexto de esta presentación de ley que lleva mi nombre, y prestar mi voz de 39 años a esa chiquita de 21 que no tuvo defensa, ni legal, ni laboral ni emocional para con algo que por primera vez pasaba en el país. Hoy con otra jurisprudencia, con consciencia de género, de violencia de género, de abusos psicológicos, hoy quiero decir gracias por permitirme defender a otras mujeres que están pasando por lo mismo. Gracias por darme voz, por dejarme contar mi historia”.
Luego, la exactriz cerró con un mensaje alentador para el futuro: “Esta es la primer charla de muchas que se vendrán para abrir la consciencia colectiva de un tema que estuvo postergado 17 años. Gracias”.
El presente de Chachi Telesco fuera del espectro público
Chachi puede mirar el pasado desde una perspectiva distinta y recuperada. Pero lejos de desconocer este doloroso capítulo de su vida, la artista propone una lucha sostenida con miras hacia el futuro a favor de la empatía contra las víctimas de la violencia digital y la consciencia social, mientras avanza en su propio camino.
Hoy en día, Telesco es instructora de yoga, práctica filosófica y espiritual que no solo la ayudó a ella sino también a su familia y amigos en sus horas más oscuras. Con el tiempo, fundó su propia escuela Yogafeel y a través de esta plataforma difunde su propio método de enseñanza.
Además tiene una cuenta en Instagram donde ofrece a su comunidad de casi 50 mil seguidores, las “chachilanders”, un espacio seguro, divertido y de encuentro. Su propuesta conjuga el equilibrio de la mente y el cuerpo, a través de la buena alimentación y la sanación interior.
En cuanto al amor, Chachi se encuentra en una sólida relación junto a Mati, a secas. Muy poco se conoce sobre el compañero de vida de la yogui, quien prefiere mantenerse en un bajísimo bajo perfil. Sin embargo, Chachi le ha dedicado en sus redes algunos posteos inspiradores, en los que reconoce su compañía y el aporte que él trajo a su vida desde el amor, la comprensión y la complicidad que hasta hoy los mantiene unidos.
Quizás la siguiente frase no sea la última palabra de Chachi sobre este tema, pero podría ser el reflejo de su propio reconocimiento frente a lo que vivió: “Hoy, a mis 37 años, abrazo a la Chachi de 20 años, con una cabeza distinta y con la deconstrucción de mi propio machismo. Hoy me mato de risa, porque soy más grande y es otro mundo”. (La Nación, 2022)