La escritora, autora de la saga de Harry Potter, criticó la norma al considerar que "será explotada por oportunistas" y podría "socavar los derechos de las mujeres". Además, desafió a la Policía de Escocia a que la detenga si sus comentarios en la red social X suponen un delito bajo la nueva legislación.
K Rowling, creadora de la saga literaria de Harry Potter, criticó este lunes una nueva ley escocesa que penaliza incitar el odio por identidad transgénero al considerar que será explotada por oportunistas y puede socavar los derechos de las mujeres
Rowling, que reside en Escocia, desafió en su cuenta de X a la Policía a que la detenga a su regreso si sus comentarios en la red social suponen un delito bajo la nueva legislación, que entra en vigor hoy.
La escritora empezó su argumentación haciendo comentarios jocosos (en el Día de los Inocentes en el Reino Unido) sobre varias conocidas personas trans, algunas de las cuales son criminales convictos por agresiones a mujeres, a las que llamó "hombres" pese a que dicen identificarse con el sexo femenino.
Rowling adujo que, al aprobar la Ley sobre delitos de odio y orden público en 2021, el Parlamentó escocés "dio más valor a los sentimientos de los hombres que ejecutan su idea de feminidad, aunque sea de manera misógina u oportunista, que a los derechos y libertades de las mujeres y niñas de verdad".
Last, but least, TV’s India Willoughby proves we women can call a black broadcaster a ‘nasty bitch’ who ‘wouldn’t be anywhere without woke’, dub lesbians men, insult the looks of a female Olympic swimmer, ‘joke’ about kidnapping feminists, and STILL get airtime! What a gal! 10/11 pic.twitter.com/gShqbEvO5s
— J.K. Rowling (@jk_rowling) April 1, 2024
El texto, que expande otra ley británica de 1986 que ya penalizaba el odio por raza, color, etnia y nacionalidad, tipifica un nuevo delito penado con hasta siete años de cárcel. Éste es incitar el odio por cuestión de edad, discapacidad, religión, orientación sexual, identidad transgénero o intersexualidad, también en las redes sociales.
La falta se comete si alguien difunde material o se comporta de un modo "que una persona razonable consideraría amenazante o abusivo", siendo su intención incitar el odio por esas características protegidas.
Como otras organizaciones de protección de derechos, Rowling señaló que la ambigüedad del redactado facilitará que haya un aluvión de denuncias injustificadas, y lamentó que no incluya al colectivo de las mujeres. El Gobierno escocés, por su parte, ha asegurado que legislará por separado contra la misoginia.
El Ejecutivo de Escocia, encabezado por los independentistas del SNP, insistió en que el objetivo de la ley se ha malinterpretado y que en ningún caso se imputará a nadie por ejercer su libertad de expresión.
Mujer, pero no trans
Rowling, quien fue víctima de la violencia doméstica y hace campaña para que haya albergues exclusivos para mujeres no trans, opina que la nueva ley "está muy expuesta al abuso por parte de activistas que desean silenciar" a quienes defienden puntos de vista como el suyo.
La escritora también condena, por ejemplo, el efecto en las estadísticas "si las agresiones violentas y sexuales cometidas por hombres se registran como si fueran femeninas; la grotesca injusticia de permitir que los hombres compitan en deportes femeninos; y la injusticia de que los trabajos, condecoraciones y oportunidades de las mujeres sean tomadas por hombres identificados como trans", frente a "la realidad e inmutabilidad del sexo biológico".
"La redefinición de "mujer" para incluir a todo hombre que se declare como tal ya ha tenido graves consecuencias para los derechos y la seguridad de las mujeres y las niñas en Escocia, y el impacto más fuerte lo acusan, como siempre, los más vulnerables, como las mujeres presas o las supervivientes de violación", escribió en X.
La Policía escocesa también se ha quejado por su parte de que no se les ha dado suficiente formación sobre cómo abordar los nuevos delitos