Jon Michael Morgan, un guardavidas oriundo de San Javier, intervino en los dos rescates mientras estaba vacacionando en Río de Janeiro junto a su novia.
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Jon Morgan es guardavidas y oriundo de la ciudad santafesina de San Javier y se convirtió en noticia porque durante sus vacaciones junto a su novia en la ciudad brasileña de Río de Janeiro protagonizó dos rescates en la playa de Copacabana, donde logró rescatar a dos personas de ahogarse en el mar
El joven de San Javier contó: "Estaba disfrutando de la playa junto a mi novia, cuando vi que una chica se estaba ahogando y su familia gritaba desesperada en la costa. Todo esto pasó a 10 metros de donde nosotros nos encontrábamos por lo que le dije a mi novia, «me tiro a buscarla». Salí corriendo, me tiré al agua y llegué hasta la víctima, que era esta chica que estaba mal, muy nerviosa y ya sin fuerzas. Yo pensé que en el lugar iba a poder hacer pie. Yo mido 1,86 metros, pero cuando intenté hacer pie al agarrarla no llegué, así que me puse a flotar con ella en el agua, mientras la gente miraba, ninguno se tiró a ayudar. Debo decir que un poco me asusté, porque en ese momento no estaba preparado sin entrenar, como estoy ahora, ni sin elementos necesarios como el torpedo o el salvavidas".
Pero no terminó allí su relato y agregó: "Quiero aclarar que en un momento se acercó un hombre, otro argentino de unos 40 años aproximadamente y se puso al lado diciéndome «te ayudo como puedo», se zambulló y le pegó como un empujón a la chica. Yo mientras, no la soltaba, porque sabía que si lo hacía la perdía porque estábamos justo a la altura de donde rompen las olas. El hombre la empujó y habremos avanzado un metro y ahí llegué a hacer pie y empecé a hacer fuerza para llevarla a la orilla porque ella no ayudaba, porque además de cansada, estaba un poco inconsciente. Utilicé todas mis fuerzas, la saqué y se la entregué a la madre. Debo decir que me dio vergüenza. Volví a tirarme en el mar y seguí disfrutando".
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Pero la anécdota de Jon y todo el trabajo que requirió para hacer el rescate, no terminó allí. Una hora después, un nene de 11 años que estaba a unos 30 metros de la costa comenzó a ahogarse, su mamá se tiró desesperada a buscarlo pero casi ella perdió la vida. Si bien dudó en ir otra vez al rescate, finalmente lo hizo. "Le dije a mi novia, «¿me tiro?» Estaba cansado y las olas eran muy altas y estaba mucho mas lejos de la costa, además no soy un guardavida que conoce cómo es el terreno, la playa o el comportamiento del mar, pero me pidió que lo vaya a buscar. Así que ahí nomás me paré, la vi a la madre y salí a buscar al chico".
"Este sí no me costó nada. Decidí meterme más adentro, porque las olas eran muy grandes y sabía que si lo llevaba para la costa no íbamos a poder salir. El nene quería volver porque veía a su mamá, así que me abrazó, no me soltó", cerró su relato.