Saliendo del cine en 2015, cuando fuimos a ver Fury Road, totalmente maravillados por lo que acabábamos de ver, buscamos en internet algo que nos cuente que iba a pasar con la franquicia. Enseguida, nos enteramos de que estaba en desarrollo un spin-off/precuela donde la Imperator Furiosa, teniente del tirano Immortan Joe, y (según quién les está escribiendo ahora) mejor personaje de acción femenino de la década, lo que nos iluminó la cara y nos dio muchísima fe, ya que George Miller, el director de la saga entera seguía involucrado.
Hoy, 9 años después, puedo decir que la chispa no se perdió, que no solo es una secuela disfrutable, sino que es fantástico como se permite agrandar el mundo y contarnos cosas que por un buen tiempo solo podríamos leer y ubicar en los spin-offs de los comics que salieron post-Fury Road.
Furiosa nos transporta de nuevo al desierto implacable del mundo de Mad Max, con Anya Taylor-Joy tomando las riendas como una joven Furiosa, (que de paso, actuación que le valió una ovación de 7 minutos en Cannes) y Chris Hemsworth en papel de Dementus, un dictador cuasi-comédico pero con tintes oscurísimos que hacen sentir el personaje como si fuese un chiste muy oscuro del cual te reís un par de veces y después te deja con culpa por no saber si la verdad estaba bien de reirse de eso.
La película arranca con Alyla Browne como una pequeña Furiosa, siendo arrancada de su hogar, y de ahí, nos sumerge en un frenesí de nafta y balas que no le dan tregua al espectador, dejándolo al borde del asiento hasta el momento final, pasando con secuencias de persecución que te dejan sin aliento, como la que muestra a Furiosa y al Praetorian Jack (interpretado por Tom Burke) en una peligrosa misión para encontrar un supuesto paraíso siguiendo un mapa tatuado en su brazo. Comentario aparte, la química entre ambos personajes es palpable, como si estuvieran destinados a ser los Bonnie y Clyde del apocalipsis.
Chris Hemsworth se luce como el villano, un personaje que mezcla el carisma de un político con la brutalidad de un dictador. Aunque su look con peluca y nariz postiza pueda parecer ridículo al principio, Hemsworth logra convertir a Dementus en un antagonista memorable, lleno de frases pegajosas y una presencia física imponente al punto de dar vibras a una mezcla entre Thor, un líder sectario y un emperador romano.
George Miller, a sus 78 años, sigue demostrando que es el maestro del cine de acción. La película está repleta de escenas de acción que te dejan al borde del asiento, con acrobacias y efectos especiales que son un festín visual. Sin embargo, algunos críticos señalan que el exceso de CGI hace extrañar un poco los efectos prácticos que hicieron de "Fury Road" una obra maestra. Es como calentar un plato de sorrentinos del mediodía en el microondas: sigue siendo rico, pero no exactamente lo mismo. Y ojo, eso está bien! No necesariamente tiene que ser lo mismo.
En términos de narrativa, Furiosa profundiza en temas como la esperanza y la búsqueda de un hogar en un mundo devastado. La historia, aunque a veces puede sentirse sobrecargada de metáforas, logra mantener el interés con personajes complejos y relaciones genuinas. La construcción del mundo de Miller se siente pensada y auténtica, como si realmente estuviéramos viendo una civilización que intenta resurgir de las cenizas.
Pero no todo es seriedad y drama en Furiosa. Hay momentos de humor negro y personajes extravagantes que añaden un toque de ligereza a la trama. Por ejemplo, el personaje "Piss Boy" es mencionado varias veces como un alivio cómico en medio de tanta acción. Es como encontrar un payaso en un funeral, inesperado pero bienvenido.
La música, compuesta por Tom Holkenborg (más conocido como Junkie XL), acompaña perfectamente la acción frenética, con una banda sonora que mezcla ritmos tribales con electrónica industrial. Simon Duggan, en la cinematografía, aunque no alcanza las alturas de su predecesor John Seale, logra capturar la desolación y la belleza brutal del desierto, creando imágenes que se quedarán grabadas en tu mente.
En cuanto a las opiniones divididas por la crítica, sólo se menciona que aunque la película tiene momentos impresionantes, no alcanza la perfección de "Fury Road". Y es entendible… pero seamos sinceros, es como comparar una Ferrari con un Lamborghini. La película es un logro en sí misma, destacando cómo se conecta con el universo Mad Max sin sentirse como una simple explotación de la franquicia. Es una precuela que se siente necesaria, nos expande el mundo del Yermo, no una de esas que te dejan pensando "¿para qué hicieron esto?".
En resumen, Furiosa: A Mad Max Saga es una montaña rusa de emociones que ofrece algo para todos. Desde actuaciones destacadas hasta escenas de acción inolvidables, pasando por momentos de humor y reflexión, es una película que merece ser vista en la pantalla más grande posible.
Prepará tus anteojos de sol, porque esta travesía por el desierto apocalíptico te va a dejar cegado de tanta adrenalina y emoción. ¡A disfrutar del viaje!