El piloto argentino habló con la revista de negocios sobre su vida y sus días en la F-1. El reportaje completo de Giorgio Arturi y James Rajotte (Forbes México).
El piloto argentino Franco Colapinto llegó a México para correr este fin de semana el Gran Premio de Fórmula 1 de ese país. Y anoche sorprendió en sus redes sociales al publicar un video, que tituló: "Modelo por un ratito".
Allí se lo ve posando junto a un clásico Mercedes-Benz 300 SL Roadster de colección, en una producción de fotos para la revista Forbes México. La sesión de imágenes se realizó en España y la entrevista con Forbes llegó hoy a los kioscos de México.
Lee la entrevista completa acá abajo.
La "Colapintomanía" llega al Gran Premio de México de F1Texto de Giorgio Arturi
El piloto argentino aún no nacía cuando el último argentino que compitió en Fórmula 1 abandonaba la categoría. Ahora, tras “arrasar” en la F4 española a los 15 años y ser, en 2021, el segundo conductor más joven en correr y liderar Le Mans, ha sido convocado por James Vowles, jefe del equipo Williams, a ocupar el cockpit de uno de sus dos FW46, hasta el final de la temporada. En entrevista exclusiva con Forbes, Franco Colapinto nos cuenta cómo se transformó en el nuevo abanderado albiceleste del deporte motor.
Pasaron 23 años desde que el piloto de Fórmula 1, Gastón Mazzacane, alcanzara la máxima categoría del deporte motor, uniéndose a la escudería Minardi (y que, apenas un año después, fuera reemplazado por un prometedor Fernando Alonso, de 17 años), para que Argentina tuviera a quien vitorear de nuevo en las pistas. Por azares del destino y del trabajo duro, hace pocos meses el piloto Franco Colapinto (de 21 años) logró su sueño de debutar en unos entrenamientos libres de F1 en Gran Bretaña y, por decisión inesperada de James Vowles, jefe del equipo Williams de F1, hoy ocupa el lugar de Logan Sargeant, y lo seguirá haciendo hasta el final de esta temporada.
Para este primer especial de F1, con motivo de la realización del GP de México, Forbes entrevistó en exclusiva, vía telefónica, a Franco Colapinto, quien, en una pausa en su compleja agenda de entrenamientos, compartió su alegría por alcanzar el sueño de ser piloto de Fórmula 1, y otros aspectos, no menos íntimos, de ser el nuevo abanderado argentino del deporte motor.
-¿Cómo lidias con las emociones encontradas de pensar en tu futuro en la F1, cuando dicho futuro en la categoría requiere de tu mejor desempeño el día de hoy?
-No pienso en el futuro. Pienso en lo que está pasando ahora, en todo lo que estoy disfrutando de tener la chance de correr en Fórmula 1 y, la verdad, estoy tratando dar lo mejor que puedo, todo lo que tengo… y después veremos qué sucede. Más allá de estas nueve carreras que tengo con Williams, obviamente para mí sería un sueño seguir en la F1 y es para lo que estamos trabajando; pero hay un montón de factores, una gran cantidad de cosas involucradas. Así que me estoy dedicando a disfrutar lo que tengo ahora. Obviamente, es un sueño hecho realidad estar en la Fórmula 1 y haber tenido esta oportunidad este año. Es algo increíble. Así que trato de no pensar en todo eso que se dice, en qué voy a hacer el año que viene, y trato de disfrutar y hacer lo mejor que pueda este año. Sé que van a venir cosas buenas en el futuro. No estoy preocupado: tengo un gran equipo atrás.
-Comenzaste en los kartings a los nueve años. ¿Qué te llevó a subirte a uno y cuándo comenzaste a sentir que tu futuro estaba en los monopostos?
-Desde muy chico me gustaron los autos, me gustó el automovilismo, el deporte motor. En karting empecé a los nueve, pero mucho antes ya andaba en cuatriciclos, siempre en algo relacionado con los motores y con cuatro ruedas. Ahí entré a las pistas y empecé a fanatizarme con la F1, con el karting, con todo eso. El automovilismo fue el deporte que abracé de muy chico: las carreras de TC y demás. Fui siempre muy fanático. Me di cuenta, un poco más adelante, de que mi sueño máximo era llegar a la F1. Por eso partí hacia Europa. Ya a los 11 o 12 años anhelaba mucho llegar a la F1. Era lo que quería, de modo que empecé a trabajar para ello, pensando en cómo podría llegar. Mi familia siempre me apoyó mucho hasta que, al final, con casi 14 años, llegó la oportunidad de irme a vivir y correr en Europa. Era mi anhelo. Obviamente, lo tomé con las dos manos y dije que sí. Ahí empezó todo, en Europa.
-Argentina recibió con mucha alegría tu llegada a la F1. Y, diríamos, “los planetas se alinearon” con la aparición de sponsors que te ayudaron a hacerlo posible. Con un poco más de 21 años, ¿pensaste alguna vez que tu debut en la F1 sería de la forma en la que fue?
-Nunca, nunca pensé que el debut sería así. Claro, siendo piloto de reserva, uno siempre está preparado para subirse al auto en cualquier momento, y yo lo estaba, tanto física como mentalmente, por si llegaba esa oportunidad. Gracias a Dios, llegó este año. Era algo que queríamos todos en mi equipo, y por lo que trabajamos muy fuerte. Había tenido una free practice un poco antes, en este año, y me fue muy bien. Eso me puso más cerca para cuando el equipo tuviera que hacer esa elección y tomar la decisión. Así que, bueno, uno nunca elige cuando llega a la Fórmula 1, y fue de una manera un poco loca, pero creo que estoy demostrando que merezco mi lugar en la categoría y es lo que estamos tratando de hacer: dejar esa marca en la categoría, que es lo que siempre soñé, que merezco una butaca. Viene todo muy bien y, la verdad, estoy disfrutando un montón todo esto que me está pasando. Realmente no pensaba que iba a suceder de esta manera, pero sucedió… y antes de lo que imaginamos. Obviamente es una alegría enorme y lo estamos disfrutando mucho todos juntos.
-Antes de subir al F1, hiciste muchas horas de simulador. Cuéntanos tres cosas que te “volaron la cabeza” cuando te subiste al FW46, tal vez algo que no esperabas o que sólo pudiste comprobar cuando giraste por primera vez…
-El auto dio un paso grande con respecto al año pasado: cambiaron mucho el balance mecánico con el aerodinámico. Entonces, dependemos más de uno que de otro y eso cambió mucho el auto. Obviamente, el simulador no te “muestra” todo y no sentís lo mismo en la vida real, en la pista, cuando te sientas en el auto, en el circuito; todo es distinto, todo cambia. Fue una cosa nueva para mí en Silverstone, donde, claro, no había usado el auto todavía, no había girado nunca, ya que solamente di un par de vueltas en Abu Dhabi con el auto antiguo y me sentí muy conforme, muy firme; y es un poco lo que me estoy demostrando ahora. Cada vez tengo más confianza con el auto, con el equipo, me siento muy bien arriba del Williams y de a poco fui entendiendo más el auto, familiarizándome un poco más, ya que la Fórmula 1 va muy muy rápido y cuesta mucho, a veces, entender que podés llegar a doblar tan velozmente en una curva, algo que mentalmente es complicado, pero la verdad que es increíble lo que genera un F1. La sensación que le da al piloto, la velocidad es algo único. Así que estoy feliz de poder estar disfrutando este momento, esta experiencia, de estar haciéndolo bien en la F1 en sólo tres carreras, en el poco tiempo que llevo corriendo en circuitos muy complicados, y eso es algo muy bueno. Estoy muy bien, adaptándome todavía al auto y disfrutando de esta gran experiencia. Es un salto enorme comparado con la Fórmula 2. Tuve que cambiar muchas cosas, adaptar mucho mi manejo, pero el equipo me ayudó a hacerlo, así que venimos por un muy buen camino.
-Además del entrenamiento físico que se requiere para soportar el cockpit del FW46, ¿cómo es tu equipo de trabajo y qué haces para lidiar con la presión, con la expectativa de un país que te apoya ciegamente?
-Mi equipo de trabajo es enorme, tengo a María Catarineu y Jamie Campbell-Walter, que trabajan conmigo desde hace mucho tiempo. Después de mi debut en F4, me empezaron a apoyar a ciegas, me dieron una mano gigante, ayudándome a cumplir mi sueño de llegar a la F1. Estoy súper agradecido con ellos. Fue un sueño que teníamos entre todos, entre los tres, y ahora lo llevamos a cabo. Estamos donde queríamos estar, disfrutando entre los tres, porque es un trabajo en equipo. Cada uno poniéndolo todo de su parte, logramos llegar hasta ese lugar, que parecía tan complicado. Y si bien en algún momento pareció que estaba muy lejano y estábamos a punto de rendirnos, al final siempre me dijeron que había que seguir luchando, y yo, la verdad, seguí haciéndolo por mis sueños, pero también gracias a ellos, a todo el apoyo que tuve de mis managers, que nunca me soltaron la mano y siempre me acompañaron a llegar hasta acá. Tuve muchos momentos complicados y siempre trabajé, desde muy chico con mi psicólogo desde los 12 años. Eso me ayudó a estar listo para una situación tan complicada como saltar a un Fórmula 1 más tarde que a mitad de temporada. Fue una locura. Y haber estado tan firme de la cabeza… fue todo gracias a él, al trabajo que hizo durante tantos años y con la preparación que tuvimos que hacer con el tiempo para llegar a este momento. Tener un país atrás, a Argentina, es algo muy lindo. La verdad que lo disfruto muchísimo; no siento ni un poco de presión: solamente lo vivo con alegría. Sé que los argentinos están disfrutando tanto como yo, el tener un piloto de vuelta en la Fórmula 1; que vean cuando me va bien y que se pongan igual de felices como me pongo yo cuando conseguimos buenos resultados… eso es algo que disfrutamos entre todos. Siento que somos un equipo con todos los argentinos, que me empujaron un montón para llegar a donde estamos; y también esto que conseguimos es parte de ellos. Me encanta que estén contentos con todo lo que está pasando este año. Estoy muy feliz de verlos disfrutar con lo que estoy haciendo. Obviamente que seguir por este camino, ver que tengo tanto apoyo de Argentina, es algo único, algo que muy pocos pilotos tienen, ese apoyo enorme del país del que son los pilotos… eso no se ve en el automovilismo. Por eso, ser el representante de Argentina en la Fórmula 1 después de tantos años que no tuvimos un piloto fue algo que soñé: ser yo el que llegaba. Me hubiera fascinado de chico haber tenido un piloto argentino al que poder apoyar; pero no tuve. Ahora ser yo ése por el que los chicos se levantan en la mañana a ver las carreras y con el que se motivan… es algo muy lindo.
-Corriste en Monza, Bakú y Singapur. De todos los circuitos de la temporada de la F1, ¿cuáles son tus tres favoritos y por qué?
-Bakú es uno de mis favoritos. No lo conocía y es un circuito en el que disfruté manejar. No tuve la posibilidad de correr muchos circuitos callejeros en mi carrera deportiva, pero manejar un Fórmula 1 ahí fue muy lindo. La parte del castillo, una de las zonas y curvas más difíciles, creo, del calendario, fue algo buenísimo. De los circuitos que vienen ahora, no conozco ninguno, pero creo que el Circuito de las Américas, por lo que vi en el simulador, será uno de mis favoritos (este reportaje se realizó antes de dicha fecha en la temporada): tiene muchas curvas rápidas, una sección muy veloz. Me han dicho que se disfruta mucho manejar ahí. Es súper rápido, con curvas y contracurvas a muy alta velocidad, muy desafiante para un F1, porque es donde usas toda la carga aerodinámica. Tengo muchas ganas de correr ahí y de acostumbrarme a esas curvas rápidas, que es algo que me falta. Usar toda la carga aerodinámica de un F1 es único. Creo que va a ser un muy lindo de manejar Y el otro circuito entre los tres favoritos es Brasil, São Paulo. Es la carrera que se realiza más cerca de casa que tengo agendada y es un circuito old school, que tampoco conozco, pero que vi muchas veces. Es muy divertido. Así que va a ser una de mis carreras favoritas, incluso por el ambiente y, obviamente, por toda la gente que va a haber. Creo que va a ser un fin de semana para disfrutar entre todos. Estoy con muchas ganas de iniciar la gira por América.
-Ahora viene el GP de Estados Unidos y luego el de México, ambos con vasta audiencia latina… y va a haber mucho público, además del argentino. ¿Cómo está el desarrollo del auto de cara a estos desafíos y cómo te sientes de correr de este lado del océano? Algo más cerca de tu país…
-Va a haber mucha gente latina, muchos argentinos también; así que los espero a todos. Va a ser algo único, tener tanto apoyo de mi país, correr cerca de casa… Eso no lo he hecho nunca aún. Van a ser de mis primeras carreras en América y voy a tratar de disfrutarlas mucho. El auto viene bien y estamos dando pasitos hacia adelante. A partir del GP de Estados Unidos tendré varias mejoras en el auto (este reportaje se realizó antes de dicha fecha en la temporada), y veremos cómo funcionan. Por supuesto, tengo muchas ganas de ver cuáles son los cambios del auto. Tengo muchas expectativas de alcanzar un buen resultado y sumar puntos. Ojalá podamos tener una buena performance en esas tres carreras. Fueron seis años los que el joven de Pilar tardó para alcanzar la máxima categoría del deporte motor; por ello, es más que evidente que, para Franco Colapinto, el tiempo es veloz.
G.A. / J.R.- Forbes México