Siguen llegando canutillos, camalotes y catay, que amplían el embalsado. Por ahora, permiten la navegación.
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Es constante la llegada de vegetación que se acopla al ya nuevo y avanzado embalsado de la Laguna Setúbal. Es que el reflejo de la crecida del río Paraná en Santa Fe es el notorio crecimiento del espejo de agua de la capital provincial.
Prácticamente sin arena en las playas de ambas costaneras, el agua avanzó sobre las orillas, al tiempo que las costas se llenaron de vegetación.
En la zona del faro y los viejos pilotes del puente ferrocarril, nuevamente la vegetación acuática se estaciona en el lugar y forma un embalsado. Como se dijo en varias oportunidades, esta pared verde está conformada por dos especies de canutillo, el pintoresco camalotes y catay.
De momento, las plantas no bloquean la navegación en la Setúbal, pero nada impide que ocurra lo mismo que el otoño, cuando el embalsado “tapió” la laguna, usando los pilotes como cimientos.
El río baja
La buena noticia, sobre todo para familias de distritos costeros como Alto Verde, la Vuelta del Paraguayo y localidades de la región, es que comenzó el descenso del río Paraná.
A paso lento, el gigante comenzó a perder centímetros, de acuerdo a los valores registrados las últimas 72 horas en el puerto de la ciudad de Santa Fe.
El 20 de diciembre, se alcanzó lo que sería hasta el momento el pico de creciente: 5,45 mts. Fue la altura más alta que tuvo el río en los últimos años. Previamente, el 8 de este último mes de 2023, el nivel alcanzó el valor considerado como “alerta”: 5,30 mts.
Ese nivel de alerta perduró hasta este martes 26 de diciembre, cuando a primera hora midió 5,28 metros. Posteriormente, durante el transcurso de la mañana volvió a descender, para quedar en 5,24 mts; siempre siguiendo los datos brindados por Prefectura tomados del hidrómetro del puerto santafesino.
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Especies del embalsado
Canutillo. Plantas palustres, perennes, con rizomas profundos y largos estolones, innovaciones intravaginales; cañas decumbentes, hasta de 1,5 m de largo, ramificadas y arraigadas en los nudos inferiores, entrenudos cilíndricos, huecos, esponjosos, glabros; nudos glabros; vainas glabras, generalmente más largas que los entrenudos, márgenes glabros; lígulas membranáceo-ciliadas, de 0,5-0,7 mm de largo; láminas lineares de 5-30 cm x 3-12 mm, involutas, glabras, subcordadas en la base y agudas en el ápice, márgenes membranáceos, escabriúsculos
Camalote (Eichhornia crassipes). Hierba acuática perenne, flotante libre. Hojas en roseta, con lámina circular o reniforme de 10 cm de diámetro. Pecíolos de largo variable, los cortos notoriamente abultados en su parte inferior debido a su abundante parénquima aerífero. Inflorescencia espiciforme rodeada por 2 brácteas hojosas en la base y con 8-12 flores sésiles, azul o liliáceas. El fruto es una cápsula alargada, glabra. Semillas de 0,5-1 mm de largo, ovoides.
Catay. Hierbas perennes, de 1-3 m de alto; tallos con base frecuentemente sumergida, glabros, en la zona infranodal cubiertos por pelos de base dilatada, adpresos o patentes, pelos retrorsos, rígidos y pelos estrellados; hojas pecioladas; pecíolos sulcados, de 2-10,5 cm de largo, articulados a la ócrea, conspicuamente aculeados, con pilosidad similar a la del tallo; láminas sagitadas o hastadas, ocasionalmente de base truncada, de 5-16(-22) cm de largo, de ápice agudo, discoloras, híspidas y con pubescencia estrellada densa, borde y nervios principales en el envés con pelos retrorsos.