Al niño lo habían dejado atado a su butaca, con las ventanillas cerradas, y su madre lo encontró desvanecido. Dijeron que se olvidaron de llevarlo a la guardería. Estuvo internado en terapia y este martes le habían decretado muerte cerebral.
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El hombre y la mujer iban al trabajo, en un organismo oficial de Neuquén. Él fue el último en bajarse del auto y cerró la puerta. Adentro quedó su hijo, de 3 años, atado a su butaca y con las ventanillas bajas. Lo encontró su mamá seis horas más tarde, desvanecido y con marcas en la piel. Después de una semana de internación, los médicos declararon que el nene tenía muerte cerebral, y más tarde, la Justicia confirmó que murió.
El episodio ocurrió el lunes 11. El nene permaneció sentado en la butaca trasera del vehículo desde las 9 hasta las 15, en la calle Chrestia al 550.
Según comprobaron las autoridades por las cámaras de seguridad, el padre del niño fue quien lo dejó encerrado para ir a su lugar de trabajo. Su madre lo encontró más tarde con dificultades respiratorias.
En ese momento, la mujer intentó reanimarlo con agua y llamó a la Policía. Lo trasladaron a una clínica privada, donde le brindaron una primera asistencia. Después lo llevaron a otro centro médico, donde se encuentra internado en terapia intensiva. Las marcas en el cuerpo eran por los esfuerzos del menor para desatarse de la butaca.
Su cuadro se agravó en los últimos días y este martes le declararon muerte cerebral. El cuadro era irreversible, según La Mañana de Neuquén.
En el inicio de la investigación, los padres declararon que se olvidaron de llevar al nene a la guardería y que, por eso, quedó atrapado dentro del auto. Aún no hay imputaciones y las autoridades siguen investigando las imágenes de las cámaras de seguridad. Los investigadores encontraron moretones en el cuerpo del niño por lo que tratan de determinar si sufría violencia en su hogar.
Al conocerse el caso, Natalia Stornini, titular de la Defensoría de los Derechos de la Niñez y Adolescencia, señaló que este tipo de situaciones "están enmarcadas en negligencia y abandono". Cuando se conoció el hecho, la ciudad de Neuquén quedó conmocionada y sobre la comunidad educativa del Jardín Número 1, donde concurría el menor de edad. A partir de confirmarse la muerte del menor, la Justicia ordenó su autopsia.