Fue en el Tribunal de Casación donde se presentó la apelación. Los otros condenados optaron por no hablar. Si lo hizo la mamá de la víctima.
.
Máximo Thomsen, uno de los ocho rugbiers condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa, cometido en enero de 2020 en Villa Gesell, insistió en que no planearon matarlo, ni tuvieron intención de hacerlo.
Fue al declarar durante la audiencia que se realizó ante la Sala II del Tribunal de Casación Penal bonaerense, en La Plata, en la que las partes que intervinieron en el juicio por el homicidio respaldaron sus recursos de apelación.
En la audiencia habló también la madre de la víctima, Graciela Sosa, quien pidió "justicia" por su hijo.
Thomsen, de 23 años, fue el único de los condenados que optó por hablar ante los jueces Mario Kohan, Fernando Mancini Hebeca y María Florencia Budiño. Entre sollozos cuestionó además la legalidad del proceso desde su inicio, en línea con los planteos realizados por la defensa.
Te puede interesar: Inventó que le robaron las ruedas de su camioneta para ocultar un incidente, pero el seguro lo puso en jaque
El joven aseguró que no tuvieron intención de asesinar a Fernando, tal como hizo durante el juicio realizado el último verano ante el Tribunal Oral Criminal (TOC) 1 de Dolores.
En la audiencia estuvieron también Enzo Comelli (23), Matías Benicelli (23) y Luciano (21) y Ciro Pertossi (23), sentenciados a prisión perpetua, y Blas Cinalli (22), Ayrton Viollaz (24) y Lucas Pertossi (24), quienes recibieron una pena de 15 años de cárcel.
Los rugbiers llegaron cerca de las 10 a la sede de Casación, trasladados por personal del Servicio Penitenciario Bonaerense. Fue primera salida de la Alcaidía 3 del penal de Melchor Romero, desde que fueron condenados el último 6 de febrero. CRONICA.