Los primeros lotes se recolectaron en el departamento General Obligado. Aunque el proceso es muy incipiente, se descuenta que la falta de lluvias impactará en la producción final. "Las lluvias solo mejorarían, en un bajo porcentaje, las condiciones del cereal y solo detendrían la pérdida de los potenciales rendimientos", planteó el Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA).
Tras la recolección de los primeros lotes en el departamento General Obligado, el Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) dio por iniciada la cosecha de trigo 2024 en la provincia de Santa Fe. Si bien el proceso es incipiente, los rendimientos iniciales y la tardía reactivación de las lluvias en la región -que sólo alcanzarían para frenar la caída en los rindes- anticipan una producción afectada por la sequía en el presente ciclo.
El reporte semanal, que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe, indicó que "comenzó el proceso de cosecha de los primeros cultivares, los que se sembraron tempranamente y además del déficit hídrico, fueron influenciados, afectados por las altas temperaturas de semanas anteriores, por lo que tuvieron rendimientos promedios de 13 a 15 qq/ha, datos muy incipientes y solo a efectos informativos".
Como primera referencia, esos primeros índices productivos están por debajo de la producción media por hectárea del año pasado, que en los 12 departamentos del centro norte provincial fue de 19.5 quintales. Vale aclarar que la campaña de trigo 2023, bajo la influencia de El Niño, no tuvo grandes restricciones hídricas al comienzo pero sí en la etapa de definición de rindes, que finalmente concluyeron con un recorte de 1.5qq versus 2022.
Para establecer una comparación más aproximada, en base a las características hídricas y el estado de los cultivos, la presente campaña es muy similar a la de 2022. En ambas, para esta fecha el diagnóstico general es el mismo: la mitad de los lotes del centro norte buenos a muy buenos; y de la otra mitad, el 30% regulares y el 20% malos. En General Obligado, dos años atrás el rinde final promedio del trigo fue de 17.5qq(por encima de los primeros datos que surgen ahora), pero en 2021 había sido de 22.2qq/ha. Por lo tanto, los primeros lotes de este ciclo arrancaron 5.5qq (28%) debajo del promedio regional del año pasado; mientras que son 3.5qq (20%) inferiores para la media del departamento respecto de 2022, año de similares características climáticas; y 8.2qq (37%) menores contra 2021 como un año bueno a muy bueno (para esta fecha, en aquel ciclo el 93% de los lotes calificaba como buenos, sólo 7% regulares y sin cuadros malos).
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Sobre el estado general de los trigos en el centro norte santafesino en la actualidad, el informe SEA indica que, en la última semana, el cultivo se encontró "muy heterogéneo en cuanto a sus condiciones", debido a las diferencias significativas de las realidades climáticas que fueron atravesando desde el inicio del ciclo hasta la fecha. En particular, la irregularidad de las precipitaciones ocurridas en las diferentes zonas del área de estudio y las variadas respuestas de cada parcela. Hasta la fecha, el 50 % de los trigales (unas 210.000 hectáreas) se encontró en estado bueno a muy bueno, un 30 % (120.000 hectáreas) levemente regular a regular y malo el 20 % restante (84.000 hectáreas). "Las lluvias solo mejorarían, en un bajo porcentaje, las condiciones del cereal y solo detendrían la pérdida de los potenciales rendimientos", planteó el informe.
Juan Manuel Fernández | jmfernandez@ellitoral.com | CampoLitoral