Le dijo que, si lo quería de vuelta, tenía que pagar lo mismo que él había abonado para comprarlo.
El sábado, una mujer denunció un robo sede de Subcomisaría 1°. Relató que, en la tarde del viernes, su hija menor de edad salió afuera de la casa con su celular y al rato entró diciendo que un nene se lo había llevado.
Momentos después, consultando a los vecinos si alguien vio algo, uno de ellos nombró a un joven que andaba ofreciendo a la venta un celular color rosado. Aparentemente, lo había vendido a otro individuo que tiene un negocio que arregla celulares, según indicó.
A posterior, un hombre acercó a la tienda para consultar por el teléfono y uno de los responsables se lo mostró. El hombre reconoció el aparato como suyo ya que en el fondo de pantalla tenía una foto suya y de su hijo. Al solicitarle que se lo devuelva, éste le respondió que lo había comprado en $8000 y, si lo quería, debía pagar ese dinero.
De inmediato, dieron conocimiento al fiscal en turno, quien dispuso se realice requisa en el domicilio mencionado. Los uniformados se constituyeron en la casa de calle Francia al 2000 y hablaron con el sospechoso que les contó los hechos.
Dijo que, el viernes, un joven le ofreció el celular en $30000, pero como estaba con el módulo roto y no tenía la bandeja del chip, se lo compró en $8000. También confirmó que él se dedica a arreglar celulares y el comprado le servía como repuesto.
En ese marco, hizo entrega espontánea del aparato diciendo que no quería tener problemas. Los uniformados procedieron al formal secuestro del teléfono en cuestión, en presencia de testigos.