Mas de 32 kilos de cocaína que eran parte del cargamento de la avioneta que se estrelló en Chaco la semana pasada fueron hallados por personal de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) a unos 60 metros del lugar donde había caído la aeronave, informaron este miércoles fuentes de esa fuerza. En ese marco, y dentro de las hipótesis que manejan los investigadores federales, se indicó que el destino de la droga transportada podría ser Rosario para luego ser exportada a países europeos a través de alguno de los puertos de la región.
El hallazgo se produjo este martes, cuando gendarmes del Escuadrón 1 "Roque Sáenz Peña" realizaban un patrullaje en la localidad chaqueña de Avía Teraí, cerca de la zona donde el último martes se estrelló una avioneta en la que se hallaron más de 324 kilos de cocaína en una bolsa tipo arpillera de color verde.
En este nuevo operativo, los uniformados encontraron otra bolsa y al abrirla hallaron 30 paquetes rectangulares, en cuyo interior, y tras realizar las pruebas de campo Narcotest, se confirmó que había 32,726 kilogramos de cocaína.
Los voceros dijeron que la droga es parte del cargamento de estupefaciente hallado la semana pasada y quedó secuestrada a disposición de la Fiscalía Federal de Presidencia Roque Sáenz Peña.
La caída de la aeronave ocurrió alrededor de las 16 del pasado 18 de julio, a 5 kilómetros del establecimiento rural conocido como "La Aurora", en Avía Teraí, Departamento Independencia, y de la ruta nacional 16, en cercanías de una escuela primaria y a unos 200 kilómetros de la ciudad de Resistencia.
La avioneta cayó entre un camino rural y un campo posiblemente cuando realizaba un vuelo rasante para arrojar los bultos de cocaína en forma de "bombardeo", una de las maniobras más frecuentes utilizadas en esa zona.
Los lugareños alertaron a la comisaría de Concepción del Bermejo cerca de las 15.45, por lo que de inmediato se trasladaron al lugar.
Sin embargo, al llegar los efectivos descubrieron que no se hallaban personas heridas ni fallecidas y encontraron la aeronave volcada, con la carga de 10 panes rectangulares de color verde que en su interior contenían cocaína.
El pesaje del cargamento determinó que había 324,500 kilos de cocaína, los cuales quedaron a disposición de la justicia federal.
Testigos presenciales aseguraron a los investigadores que dos personas con aparentes lesiones fueron rescatadas y trasladadas en una camioneta tras la caída de la avioneta.
A poco del hecho, el comisario general Juan Ramón Duarte, Director General de Consumos Problemáticos de la Policía del Chaco, dijo a la prensa que la cocaína secuestrada "podría tener algo que ver con la causa que se está llevando adelante junto a Gendarmería Nacional desde el año pasado" y que involucra a una banda transnacional, que utiliza la ruta Bolivia, Paraguay y Argentina, para luego enviarla a Europa.
Rosario, un destino muy posible
Dentro de las hipótesis que manejan los investigadores federales sobre la avioneta cargada con 324 kilos de cocaína que se precipitó el martes pasado en la provincia de Chaco, a unos 170 kilómetros del límite con Santa Fe, el destino de la droga transportada podría ser Rosario para luego ser exportada a países europeos a través de alguno de los puertos de la región de donde ya se ha comprobado han partido numerosos embarques.
“Esta marca es una novedad para las fuerzas de seguridad, lo que lleva a suponer que el destino de la mercadería no sería Chaco, sino posiblemente Rosario, desde donde podría ser enviada a algún país europeo”, explicó el pasado viernes el juez federal de la localidad chaqueña de Presidencia Roque Sáenz Peña, Ricardo Mianovich, al explicar las distintas marcas que tenían los ladrillos de cocaína secuestrados en la avioneta.
Algunas de las bolsas llevaban impresos una mano negra y otros la imagen de un hombre barbudo que es una novedad en el mercado local de la droga. Se estima que la aeronave caída, un Cessna 210 Turbo Centurion II con matrícula boliviana de Santa Cruz de la Sierra, transportaba 600 kilos de cocaína de máxima pureza y que tras el accidente los narcos lograron rescatar la mitad de la carga transportada con la asistencia de al menos una camioneta.
Al pensar en los responsables de la ruta de distribución de cocaína entre las regiones del departamente boliviado de Beni, al norte de Santa Cruz de la Sierra, y la zona central de la Argentina, uno de los nombres que surgen es el del boliviano con DNI argentino Jorge Adalid Granier Ruiz, cabeza de una de las organizaciones trasnacionales de transporte y distribución de droga que operan en las provincias de Salta, Córdoba, Chaco, Santiago del Estero y Santa Fe, entre otras.
Otro de los que opera esa misma línea es Jesús Einar Lobo Lima Dorado, condenado a 14 años de prisión en Brasil luego de comprobarse que fue responsable de enviar 300 kilos de cocaína al estado de Mato Grosso del Sur en 2017. Fue extraditado a Brasil en 2021 y está detenido en la cárcel federal de máxima seguridad de Campo Grande. Tanto Granier Ruiz como Lobo Lima tiene aceitados contactos con el Primer Comando Capital (PCC) de Brasil, una de las organizaciones narcocriminales más poderosas del Cono Sur.
Según con qué fuente se hable, la droga secuestrada en Chaco puede corresponder a uno u otro de los narcos mencionados. Incluso están quienes no desestiman que la logística pueda ser conjunta. Pero lo concreto es que ambos trabajan para abastecer al PCC. Además, según investigaciones federales en curso, Granier Ruiz tiene un operador en la región de Rosario y el centro argentino: Fabián Gustavo “Calavera” Pelozo, gestionador de un nodo logístico de distribución de la droga que llegaba desde Bolivia y Paraguay con epicentro en Ybarlucea. Ese hombre, hoy preso, era considerado como el gerente de una organización narcocriminal trasnacional que operaba en Salta, Córdoba y Santa Fe.
Calavera cayó en marzo de 2022 acusado como coautor de transporte de estupefaciente agravado por el número de personas intervinientes por un hecho registrado el 24 de septiembre de 2020. Ese día fue apresada Adelaida “Titi” Castillo, ligada al clan narco de los Loza que opera en el noroeste argentino. Pelozo también era el mayorista del narcoempresario ya condenado Esteban Lindor Alvarado y estaba ligado a Iván Giménez, una de las víctimas del triple asesinato cometido el 29 de enero de 2022 a la salida de un casamiento de narcos que se realizó en un salón de fiestas de Ybarlucea.
FUENTE: La Capital