Rocío Zanón, directora del Instituto Autárquico de Industrias Penitenciarias (IAPIP) de Santa Fe y adelantó qué va a hacer la provincia respecto.
.
La ministra de Seguridad Patricia Bullrich reveló detalles de un proyecto que impulsará su cartera para que los presos trabajen en las diferentes cárceles de la Argentina.
Según anticipó la funcionaria en declaraciones radiales, la medida tiene como objetivo fomentar la rehabilitación y reinserción social de las personas privadas de la libertad mediante la adquisición de habilidades laborales.
El programa comenzó con una prueba piloto en el Complejo 4 de mujeres de Ezeiza. Acto seguido, el personal penitenciario organizó un esquema para que las internas se encarguen del mantenimiento de los edificios.
¿Y qué va a pasar en la provincia?
En diálogo con Radio Rafaela, Rocío Zanón, directora del Instituto Autárquico Provincial de Industrias Penitenciarias (IAPIP), explicó cómo el trabajo se ha convertido en un eje fundamental en las cárceles de la provincia de Santa Fe.
"El trabajo de los presos en la provincia de Santa Fe es un hecho, y se realiza no solo desde el instituto que yo dirijo", comenta Rocío. Los internos participan en diversas actividades productivas, como carpintería, herrería, sastrería y panadería, en lo que ella describe como una "industria penitenciaria" que va más allá de las manualidades que a menudo imagina el público.
"Tenemos grandes panaderías, sastrerías, carpinterías, herrerías, que trabajamos a un nivel industrial", señaló.
Uno de los mayores logros de esta iniciativa es que el IAPIP se ha convertido en un proveedor clave del Estado, suministrando productos como mobiliario escolar para el Ministerio de Educación y muebles para comisarías y otras dependencias públicas. "Realmente con un costo mucho menor al que se puede adquirir en el mercado, porque es mano de obra de los internos de las cárceles", explicó la responsable del área.
La directora también resaltó la importancia de esta formación en la reintegración social y laboral de los internos, especialmente para los más jóvenes, que representan una gran parte de la población penitenciaria actual.
"No solo enseñamos oficios, sino que también tenemos que enseñarles el respeto a la autoridad, levantarse temprano, generarles determinados hábitos", aseguró Rocío. Para muchos internos, esta experiencia representa su primera incursión en el mundo laboral, lo que refuerza la dimensión integral del programa.
En resumen, el trabajo en las cárceles de Santa Fe no solo permite a los internos desarrollar habilidades técnicas, sino que también les brinda una oportunidad real de reintegrarse a la sociedad, gracias al esfuerzo conjunto de capacitadores, el servicio penitenciario y un equipo de profesionales que aborda de manera integral las necesidades de los internos.