Los uniformados fueron parte del importante operativo que se desplegó desde Pte. Roca hasta Rafaela para trasladar al infante hasta el Hospital.
En la mañana de este lunes, desde Radio Rafaela informábamos que un grave hecho conmocionó a la región. Un niño de un año y medio cayó a un pozo séptico y tuvo que ser rescatado por las fuerzas de seguridad.
Ni bien recibieron la denuncia, se montó un importante operativo para poder rescatarlo. En cuestión de minutos lo pudieron extraer del pozo, consciente y estable. Al instante lo subieron a una ambulancia y lo trasladaron en carácter urgente hasta el Hospital Nodal de la ciudad de Rafaela, lugar a donde llegó escoltado por múltiples patrulleros que le abrieron el paso.
Fueron parte de este operativo de rescate el Inspector Matías Lionetto y el Oficial Cristian Villarreal. Se convirtieron en héroes al salvar al menor que sufrió el lamentable accidente.
En charla con este medio, Lionetto relató lo sucedido. Contó que se encontraban en la sede policial cuando tomaron conocimiento de la noticia, “un menor de edad había caído en una cámara séptica en un tambo”.
“La madre junto a un vecino llevaron al niño al dispensario, ahí la enfermera hizo las primeras maniobras con este menor. Y después, de manera urgente, se lo cargó en el móvil policial”, precisó. En ese marco, se dio conocimiento al 911 de la situación, y “ellos habilitaron todo lo que es Ruta 70 y Ruta 34 para el traslado de manera urgente”.
“La madre venía con el menor, estaba muy nerviosa, lo que es entendible. Al menor se lo venía reanimando en el trayecto ya que por ahí se quería dormir. Estaba congelado porque a la mañana el clima estaba muy frío y él estaba completamente mojado”, recordó el inspector.
Por todo ello, “lo vine reanimando hasta llegar al nosocomio, y ahí se lo entregué a los médicos de guardia. Ya estaba el servicio de emergencia esperándolo, porque uno viene avisando continuamente por dónde va haciendo paso para que las arterias se vayan interrumpiendo”.
Por su parte, el oficial Villarreal añadió que, una vez que el niño es atendido, “nosotros quedamos a la guardia para saber en qué estado evoluciona la criatura”. Afortunadamente, el estado del menor “es fuera de peligro, está en observación porque se lo está desintoxicando por todo lo que ingirió en el pozo”.
Más allá de lo ocurrido, se puede celebrar que el rescate “tuvo un final feliz”. “Yo tengo una nena de dos años y medio y, en el momento, uno trata de ser profesional, de hacer todo lo más rápido posible para llevárselo a los profesionales que corresponden al tema de salud. Si bien uno está capacitado, más en un pueblo, por ahí tenemos los recursos un poco limitados”.
Más allá de eso, “cuando se trabaja en conjunto, se da aviso, todo funciona, todo va bien, tenemos estos finales que se agradecen”.
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