En la noche de ayer, la Subcomisaría 2 de Ataliva fue testigo de un incidente que comenzó con una llamada telefónica de la Guardia Urbana. La alerta provenía de una mujer que afirmaba haber avistado su motocicleta, la misma que había reportado como robada hace unos meses en Sunchales.
La Guardia Urbana, tras recibir la inusual llamada, comunicó de inmediato a las fuerzas policiales de la Subcomisaría 2, quienes no dudaron en ponerse en movimiento. La información proporcionada por la mujer, que clamaba ser víctima de un robo previo, generó una respuesta inmediata por parte de los uniformados.
Una vez en la escena, los agentes iniciaron una búsqueda intensiva para localizar la motocicleta en cuestión. Después de una exhaustiva saturación del área, lograron ubicar el vehículo, una Honda Dax, que estaba siendo conducida por una mujer en ese momento. El siguiente paso fue solicitar la documentación correspondiente.
Sin embargo, la conductora de la moto no pudo presentar los documentos requeridos y, en su lugar, afirmó que el vehículo pertenecía a su sobrino, quien, alegó, no se encontraba en la ciudad en ese momento. Las sospechas crecieron cuando los agentes corroboraron que existía un pedido de secuestro vigente sobre esa motocicleta.
Ante la situación y la confirmación de que el vehículo estaba involucrado en una investigación en curso, los agentes informaron inmediatamente al Fiscal de turno, quien emitió una orden para el secuestro de la motocicleta Honda Dax. El vehículo fue incautado y remitido a la Comisaría 3 para su posterior procesamiento, lo que marca un importante avance en la investigación y un paso más en la lucha contra la delincuencia en la región.
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