Sucedió en la ciudad de Santa Fe. Aprehendieron a uno de los dos protagonistas de la refriega.
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La calma en las inmediaciones de la intersección de la avenida 12 de Octubre y la calle Misiones, en el barrio Yapeyú, fue abruptamente perturbada por un estallido de violencia. Dos individuos se vieron envueltos en un feroz enfrentamiento a balazos en plena vía pública, desatando el caos en el extremo noroeste de la ciudad de Santa Fe.
El incidente se produjo a tan solo unos 200 metros de la escuela Ceferino Namuncurá, donde numerosos padres aguardaban ansiosos la salida de sus hijos. Fueron precisamente estos padres quienes, alarmados por la repentina balacera, tomaron la iniciativa de notificar el incidente al operador de la central de emergencias 911. De inmediato, las fuerzas del orden entraron en acción.
Agentes de la Policía de Orden Público y de Cuerpos se movilizaron rápidamente hacia la escena del tiroteo, conscientes del peligro que este tipo de incidentes representa para la seguridad de los niños y sus familias. Rodearon la zona en cuestión, y, tras una persecución frenética, lograron aprehender a uno de los dos protagonistas. Aunque se confiscó a un sospechoso, no se encontró ningún arma de fuego en su posesión. Se presume que el individuo pudo haberse deshecho de la misma al percatarse de la llegada de las fuerzas policiales.
A fin de arrojar luz sobre los acontecimientos, los agentes mantuvieron conversaciones con los residentes del barrio para obtener información relevante acerca del segundo gatillero. Con los datos disponibles, tales como la descripción física y la vestimenta del individuo, las fuerzas del orden llevaron a cabo una intensiva búsqueda en la región.
Adicionalmente, los agentes de la ley identificaron testigos del tiroteo y procedieron a investigar las cámaras de videovigilancia tanto públicas como privadas en la zona, con el objetivo de identificar y capturar al prófugo restante.
La noticia del tiroteo cerca de la escuela Ceferino Namuncurá llegó a la Jefatura de la Unidad Regional I La Capital de la Policía de Santa Fe, que de inmediato la compartió con el fiscal de Flagrancia en funciones. Este último, tomando cartas en el asunto, emitió órdenes para obtener un informe detallado sobre el incidente, identificar testigos entre los vecinos del barrio, verificar la existencia de cámaras de videovigilancia y llevar a cabo los peritajes forenses necesarios.
Fuente: DiarioUNO.
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