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INTERES GENERAL

Qué limpieza energética habría encargado Javier Milei para la Quinta de Olivos

Casi un mes después de haber asumido, el Presidente abandonó el hotel Libertador en el que vivía para mudarse a la mítica Residencia a la que pidió preparar de una forma especial.

Cuando Javier Milei fue electo presidente, se instaló en el Hotel Libertador por una cuestión de logística, ya que allí estaba más cerca de los lugares en los cuales debía moverse. Sin embargo, luego de asumir, se esperaba que se trasladara a la Quinta de Olivos, cosa que no hizo ya que sintió que primero tenía que resolver algunas cuestiones.

Según la información que difundió la colega Liliana Franco, Milei pidió que se le hiciera 'una limpieza energética' en la propiedad, tarea que se cumplió al pie de la letra y por eso, este lunes, empezó con la mudanza.

Ahora bien, ¿en qué consiste ese ritual?

Las limpiezas energéticas buscan eliminar de una propiedad, cualquier tipo de carga negativa que pueda alterar el equilibrio de las personas que la habitan. Sería algo así como 'borrar' lo malo, haciendo espacio para que entre lo bueno.

Los expertos en este tipo de tarea, recomiendan empezar siempre con una limpieza tradicional en profundidad, es decir, tirar las cosas que no sirven, que no se usan, que están rotas o reparadas, que no son de valor y después, barrer, remover el polvo, aspirar alfombras y sillones y pasar un trapo con agua y vinagre. Luego, acomodar muebles y adornos, dejando todo ordenado.

El segundo paso es realizar un sahumo similar al que se realiza en el Norte del país el 1 de agosto, día de la Pachamama. Se prenden inciensos, sahumerios y especias aromáticas hasta formar un humo intenso y luego se va recorriendo la propiedad lentamente, dejando que ese humo penetre en cada rincón. Se puede repetir alguna afirmación, oración o mantra como para acompañar el ritual. Una vez finalizado el recorrido, se abren bien las puertas y ventanas para que salga el humo y con él, las malas energías.

Hay quienes completan el proceso con un ritual sonoro que se puede hacer con cuencos tibetanos o bien, con algún mantra musical de los que se encuentran en todas las plataformas, y se vuelve a recorrer cada sector de la casa.

Fuera malas vibras

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