Argentina derrotó a los isleños en una actuación deslucida. El sábado 30, el rival será Chile. El objetivo es claro: meterse en cuartos de final.
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Una vez más los argentinos coparon otra ciudad francesa. En esta oportunidad, Saint-Etienne. Este 22 de septiembre, en el estadio que fue una fiesta en el Mundial de Fútbol 1998 cuando “Lechuga” Roa le atajó penales a los ingleses, hubo casi 40 mil personas. La gran mayoría, vestida de celeste y blanco.
Los presentes fueron testigos de la segunda participación de Los Pumas en el mundial. Tras el traspié ante Inglaterra en el debut, hoy había que ganar como sea. Y eso se logró. Fue victoria por 19 a 10 para los de Cheika, Contepomi y compañía.
Pero fue solo eso: el triunfo. Ahora hay que seguir trabajando para mejorar y mucho el rendimiento. Todo apunta a que Argentina peleará su lugar entre los 8 mejores del mundo ante Japón, en el último partido de la etapa clasificatoria.
Comienzo casi idéntico al partido con Inglaterra. 30 segundos de juego y amarilla (con revisión) para Duncan Paia'aua, el fullback samoano por un tackle peligroso en perjuicio de Santiago Carreras.
Pero, a diferencia del encuentro debut ante la Rosa, esta vez Los Pumas aprovecharon al máximo esos diez minutos. Con orden y, sobre todo, con determinación. Dos factores que el 8 de septiembre pasado escasearon y mucho (como tantas otras).
Emiliano Boffelli fue el encargado de anotar el primer try del partido. Luego de varias fases con los delanteros, la pelota tomó vuelo con los backs, llegó a la punta, el ex Duendes pisó para adentro, dejó varias marcas en el camino y se estiró para apoyar y abrir el marcador en Saint-Etienne.
Minutos después Christian Leali'ifano descontó con un penal. Por suerte, el ex wallabie, en la primera etapa, no anduvo derecho con la patada a los palos.
La primera etapa terminó con un 13 a 3 en favor de Los Pumas. ¿Merecido? Sí. ¿Se mejoraron cosas? También.
La lluvia jugó su partido también, y no es excusa. No obstante, seguían quedando cosas en el debe. La conducción, a cargo de Bertranou y Santiago Carreras, no fue la esperada. Al 9 se lo noto en varias oportunidades como que no sabía qué hacer con la pelota. Lo mismo que al 10. Salir jugando en extrema defensa, desde el ingoal propio, no es lo adecuado en un partido que “pensar” debe ser la premisa clave.
El complemento empezó con un protagonista menos: la lluvia. El agua dejó de caer en Saint-Etienne. En ese contexto, había que ver quién se acomodaba mejor.
Fueron diez minutos en que Los Pumas querían sumar de a cinco como mínimo. Por eso, la insistencia, tras varios penales de Samoa en ir al line. Salía casi todo bien: buena obtención, empuje en el line, y hasta ahí llegaban.
Con “el diario del lunes” podemos decir que lo ideal hubiera sido sumar de a tres. Pero también es cierto lo de los el “momentun” en un partido de rugby. Argentina estaba confiada en lo que podían generar con los delanteros, pero no les salió.
Recién cerca de la primera mitad del complemento, Argentina pudo desnivelar una vez más el marcado. Y otra vez, por intermedio del pie derecho de Boffelli.
Pero faltaba algo. Sí, faltaba conducción, ideas claras. La pareja de medios, que muchas veces rindió, otra vez “no daba pie con bola”. Por eso, el murmullo de la gente pidiendo por Cubelli y Sánchez cada vez se hacía sentir más. Ese momento llegó recién a falta de quince minutos.
Con mucho amor propio y pocas ideas concretas Samoa empezó a avanzar en el campo. Así fue que se llevó su premio con el try apoyado, a pura potencia, por Malolo.
La diferencia se achicaba a seis, el entusiasmo de Samoa crecía, pero Argentina sabía que este partido no se le podía escapar.
Tras una infracción forzada por la defensa puma en mitad de cancha, llegó el penal que le dio el alivio a los conducidos por Cheika. El encargado de ejecutarlo y convertirlo, fue justamente uno de los que tanto se reclamaba por su presencia: Nicolás Sánchez.
Los Pumas ganaron 19 a 10. Hicieron los deberes. No les sobró nada. Pero es una victoria que ayuda desde lo anímico para encarar una semana clave para enfrentar en un partido histórico a Chile.
A priori, un encuentro que Argentina no debería tener mayores inconvenientes en ganar. Pero, y más allá que suene a frase hecha, los partidos hay que jugarlos. Y Los Pumas deben jugar cada vez mejor para obtener el objetivo de mínima que es clasificar a cuartos final.
Ahora, el destino es Nantes. Y hacia allí va El Litoral y Misión Francia junto a Los Pumas.
Los Pumas: Thomas Gallo (Vivas), Julián Montoya (Capitán) (Creevy) y Eduardo Bello (Gómez Kodela); Guido Petti y Matías Alemanno (Rubiolo); Juan Martín González (Bruni), Marcos Kremer y Pablo Matera; Gonzalo Bertranou (Cubelli) y Santiago Carreras (Sánchez); Emiliano Boffelli, Santiago Chocobares, Matías Moroni (Cinti), Mateo Carreras y Juan Cruz Mallía.
Samoa: James Lay (Faumuina), Seilala Lam (Malolo) y Paul Alo-Emile (Alaalatoa); Brian Alainu'u'ese (Agaese Seu) y Chris Vui (Capitán); Theo McFarland, Fritz Lee y Steven Luatua (Sa Jordan Taufua); Jonathan Taumateine (Matavao) y Christian Leali'ifano; Ben Lam, Tumua Manu (D'Angelo Leuila), Ulupano Junior Seuteni, Nigel Ah-Wong (Toala) y Duncan Paia'aua.
Tantos para Los Pumas: try de Emiliano Boffelli; tres penales y una conversión de Boffelli; un penal de Sánchez;
Tantos para Samoa: try de Malolo ; un penal y una conversión de Leali'ifano
FUENTE: EL LITORAL